Hola a tod@s,
sí, es día 15 de agosto y fiesta nacional, pero como soy de lo más imprevisible, hoy que seguramente está todo el mundo fuera del mundo internauta, me apetece escribir un rato.
Parece que las palabras verano y vacaciones, casi equivalen a lecturas atrasadas, o al menos, en nuestra mente pueden tener alguna relación. Este no es mi caso, pues la lectura siempre está en mis pensamientos.
Puedo decir que, en vez de aprovechar a leer algo nuevo, me ha apetecido releer una novela de nuestra Nora Roberts, "Colinas negras", y creo que solo la he leído un par de veces desde que se publicó.
No recuerdo dedicarle alguna entrada en el blog, pero es posible. De todos modos, estoy segura que dependiendo de nuestro estado de ánimo y las circunstancias, cuando vuelves a leer una novela aprecias cosas que quizás, la primera vez se te pasaron por alto.
Bien, hablemos de "Colinas negras". Novela romántica perteneciente al género contemporáneo, escrita a posteriori del 11S. La historia consta de tres partes, como ya hemos visto en otros de sus trabajos. En la primera, nos relata el inicio de la historia entre los protagonistas desde que son niños. Ambos provienen de vidas muy diferentes, y con vivencias y sentimientos, que no tienen nada que ver.
Cooper, es un niño rico de Nueva York con una gran mochila emocional a pesar de sus cortos once años. Está obligado a pasar el verano en el campo, con sus abuelos que no tienen muchos recursos y a los que casi no conoce, por que sus padres deciden "abandonarlo" mientras se van a hacer un gran viaje e intentar salvar su matrimonio. Para nuestro protagonista es un castigo, hasta que entabla relación con Lil, una niña con una vida sencilla, unos padres que la quieren demostrándoselo continuamente, y amante de la naturaleza y sobre todo de los pumas.
La relación entre los niños evoluciona a una verdadera amistad. El tiempo pasa y Cooper acude a casa de sus abuelos de vez en cuando, ya que continúa viviendo en Nueva York con sus padres, por lo que debe cruzar el país cada vez que va.
Las visitas se van espaciando, pero cuando llega el momento de que Lil deba marchar a la universidad aparece Coop e inician una relación que ya no es solo de amistad. El amor que a priori es la evolución natural entre ellos, se complica totalmente cuando él decide hacerse policía y romper con todas las reglas establecidas por su padre.
Lil, es muy inteligente y trabajadora, tiene como meta crear un refugio para animales salvajes en sus amadas Colinas negras. Los dos llevan a cabo sus planes y cada vez es más difícil encontrarse y mantener una relación a distancia.
Nuestra protagonista queda destrozada, cuando Coop la deja. Pasan diez años, y tan solo saben el uno del otro, a través de sus familias. Lil a conseguido su sueño y triunfado en su profesión, y Coop entró en la policía y después fundó una empresa de detectives privados.
Debido a que el abuelo del protagonista ha tenido un accidente en la granja, éste, decide trasladarse a vivir definitivamente con sus abuelos, y vender la empresa. Lil, ya tiene en funcionamiento el refugio y vuelve a casa para dedicarse en cuerpo y alma a su sueño.
El re-encuentro entre ambos es muy complicado. Ella no lo ha perdonado, pero intenta mantener una buena relación para que no afecte a la de sus padres y los abuelos de Coop.
Extraños sucesos al rededor de Lil, hacen que Coop tome las riendas de la situación y eso implica que afloren sentimientos que ambos han reprimido o mantenido a ralla, tanto los positivos como los negativos.
Avanza la historia y observamos cómo ella siempre lo culpa de que la abandonara y le destrozara el corazón, pero quizás él tiene una versión y unos recuerdos diferentes a los de ella, así que, la autora mezcla con maestría, como siempre, cómo resuelven sus problemas tanto los sentimentales, como los que afectan al refugio y directamente sobre la seguridad de Lil.
El personaje de Coop nos muestra cómo le afectó la manera en que su familia lo educó y trató, es un superviviente emocional, que debe encontrarse a sí mismo y saber qué quiere en la vida, antes de arrastrar a Lil, por que comprende que lo ama tanto, que sería capaz de renunciar a sus sueños por él.
No puedo decir otra cosa que es una buena novela de nuestra Roberts, en la que la historia entre los protagonistas al final me hizo soltar alguna que otra lagrimilla.
La autora tiene la costumbre de darnos todas las explicaciones sobre los contenidos de la historia, si es de bomberos, lo cuenta todo, si es sobre un resort de caballos, también lo deja muy claro, así que en esta ocasión nos da una lección sobre la vida de los animales salvajes en refugios naturales, su gestión y funcionamiento, pero que no se hace demasiado espeso debido a esa manera tan genial que tiene de mezclarlo con el suspense y la historia romántica.
Sinopsis:
Un viaje a las agrestes Colinas Negras de Dakota del Sur, en cuyos bosques se esconden sombríos secretos, los depredadores acechan a sus presas y una amistad de la infancia se convierte en un apasionado amor.
Nadie conoce la belleza y los peligros que encierra el paisaje indómito de las Colinas Negras, en Dakota del Sur, como Copper y Lillian. Lo recorrieron juntos, palmo a palmo, durante todos aquellos veranos de la infancia, cuando la aventura esperaba en cada recodo del sendero. Años después, esas mismas montañas fueron el escenario de su primer beso y de ese primer amor que se graba en el alma. Y entonces la vida separó sus caminos.
Doce años después el destino les ha traído de vuelta a las Colinas Negras. Ha pasado el tiempo y ninguno de los dos ha conseguido olvidar el sabor de aquellos días del pasado. Pero mientras ambos se adentran de nuevo en el territorio familiar, y al mismo tiempo inhóspito, del amor verdadero, algo o alguien despiadado y feroz les sigue el rastro con el único objetivo de convertirles en su próxima presa.
Una historia de amores y odios imperecederos,
de animales salvajes y de paisajes bellos y recónditos
donde únicamente rige la ley de la naturaleza.
Saludos.
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