a quince días de la inminente Navidad, este martes voy a escribir sobre una despedida y una bienvenida.
Sí, despedimos la serie televisiva que he seguido desde hace siete años, Hijos de la anarquía, hoy se emite en Estados Unidos el último capítulo de la temporada y finaliza la historia. Todavía recuerdo el día que me enganché a ella, era un lunes y haciendo zapping me quedé embobada viendo el que debía ser el segundo o tercer capítulo de la primera temporada. La seguí hasta que de manera súbita, el canal Energy dejó de emitirla y tuve que buscarme la vida para poder continuar viéndola.
En España seguimos siendo un poco tercermundistas en ciertos aspectos, como es que tardan un año en emitir la temporada, casi coincidiendo con la venta del dvd, así que no vale la pena verla por televisión, te puedes hacer un maratón y ver todos los capítulos de una tirada.
La serie trata sobre la vida de los miembros de un club de motos que tienen un taller de reparaciones como tapadera pero que se dedican al tráfico de armas y a otra serie de delitos. Asesinatos, sangre, mucha sangre, peleas y una serie de ingredientes brutales que en un principio no parecen muy apetecibles de ver. Todo tiene un hilo conductor, que es el personaje de Jax, cómo intenta cambiar las cosas a raíz de que encuentra un manuscrito de su padre replanteándose la vida y desarrollo de las actividades del club.
Tiene momentos emocionantes y otros duros, muy duros, con algunos toques de humor que en ciertas escenas pueden resultar chocantes pero que a mí me han encantado, además de una increible banda sonora.
No me suelen gustar las series ni las películas violentas, sí las de acción, entonces no puedo explicar cómo o por qué me enganché a esta serie, simplemente sucedió y ahora que está a las puertas de terminar, sentiré que me falta algo el próximo año, cuando coincida con sus habituales fechas de emisión.
Creo de Kurt Sutter, el productor y creador de la serie, ha sido muy inteligente no alargando un producto que debe tener un claro final, quizás la sexta temporada la hubiera fusionado con la séptima, pero se abría extendido todo demasiado para ver lo que sucedía en tan solo unos meses, ya que se emitía en EEUU de septiembre a diciembre. Al menos no han hecho como con Forastera, que han dividido la primera temporada en dos partes, dejándonos con muchas ganas de más.
Así que despedido a Hijos de la anarquía, una serie especial y fuera de lo que estábamos acostumbrados a ver y doy la bienvenida a una nueva serie de moteros, pero esta vez en papel, me refiero a la saga Reapers MC de Joanna Wylde que nos ofrece la editorial Seda.
El primer libro, Propiedad privada, se editó en formato ebook en nuestro país el mes pasado, y parece que lo podremos tener en papel en el primer trimestre del próximo año. No sé muy bien como están las ventas de momento en España, pero sí puedo deciros que su versión en inglés ha tenido un gran éxito y ha vendido muchísimos ejemplares tras varios meses desde su publicación y los sigue vendiendo.
Marie se ha separado hace poco tras un desastroso matrimonio en el que ha sufrido maltratos, mientras está viviendo con su hermano, el cual trabaja para un club de moteros, conoce a Horse, un tipo acostumbrado a conseguir lo que quiere y en ese momento es a Marie. Malos entendidos y una deuda del hermano de Marie con el club, harán que tenga que tomar ciertas decisiones tras su incipiente cambio de vida.
Es una novela contemporánea erótica, en la que también aparece el machismo y sexismo, aviso, pero en la que la acción te atrapa. A veces te pierdes un poco cuando pasa del presente al pasado, pero mejora mucho en la segunda parte.
No hay que decir que estoy enganchada y deseando que nos publiquen la segunda entrega, no tendré mi club de moteros de Hijos de la anarquía para continuar con sus historias, pero ha aparecido esta saga que tiene cierta similitud con la serie televisiva y que te adentra en lo que es una especie de hermandad, que tiene unas reglas y unas maneras de actuar muy concretas.
Sinopsis:
Lo último que necesita Marie es una complicación como Horse. Un motero enorme y tatuado, un macarra que aparece una tarde por casa de su hermano. Sin embargo, Horse no está de acuerdo: la quiere en su moto y en su cama. Ahora.
Pero Marie acaba de dejar al gilipollas de su ex marido, un maltratador,y no está para pensar en hombres.
Horse es miembro del Reapers Moto Club,
un hombre acostumbrado a conseguir lo que quiere. Y quiere a Marie. Pero
ella no está dispuesta a convertirse en la «propiedad» de nadie. Sin
embargo,cuando su hermano roba al club se verá forzada a ofrecerse como
garantía para salvarle la vida.
Saludos.
Saludos.
Había oído hablar de esta serie y de lo buena que era, pero no la he visto... muchas gracias por la recomendación :)
ResponderEliminarBesos
Hola, había visto la serie por la web, pero la serie no la conocía!!!
ResponderEliminarBesos!!
Hola chicas,
ResponderEliminarmuchas gracias por vuestros comentarios....no es una serie para almas cándidas y sensibles, lo aviso con antelación, pero tiene un algo que hacer que te introduzcas en la vida de estos personajes y quieras saber más....el productor ha dicho que a lo mejor se plantea hacer una peli o una serie sobre los miembros fundadores...pero no sé, tal y como está, és genial.....y esa banda sonora me vuelve loca....muy bien adaptada a las escenas...a estos momentos no sé cómo termina, pero creo que solo puede haber un final creible....
Os animo a que le déis una oportunidad....
Besis