domingo, 5 de junio de 2016

La discreción del silencio





Hola a tod@s,
en ocasiones me apetece reflexionar en mi blog. No es algo que haga muy a menudo, porqué creo que  a nadie le importa lo que pienso, pero por si a alguien quiere leer esta disertación, aquí la dejo.
El título de esta nueva entrada me lo regaló mi querida amiga Mar, mientras le explicaba ciertos asuntos que han sucedido y de los que he sido informada. No, no os los voy a contar, porque es mucho más extenso de lo que quiero hablar y todo lo que le conté es algo para olvidar y a lo que no vale la pena dar ni dos pensamientos seguidos.
A veces el  silencio es la mejor de las comunicaciones. En ocasiones por querer ayudar puedes decir algo que  otra persona no lo interprete con el sentido que tú le quieres dar y dejar una impresión que no es la que era tu intención.
Por ejemplo, cuando un familiar está viviendo una  situación grave y triste cuando la persona que tanto quiere  se encuentra en el final de su vida. Escuchar y/o  un gesto amable es lo  mejor  de cara a ese momento tan intenso y  en el que no estás comprometido personalmente, pero en el que te ves envuelta.
Las típicas frases de consuelo pueden ser contraproducentes. Como a mí, que me repateó el estómago cuando me  sucedió, por eso intento no hacerlo con los demás. Nada que digas o hagas puede consolar la pérdida de un ser amado.
En sintonía con el silencio, voy a hacer una asociación libre de ideas y me voy a un tema que no tiene nada que ver con lo anterior. Antes hablaba de ser consciente de ese silencio para ayudar y ahora lo hago para evitar, y no meternos en camisa de once varas con comentarios o situaciones en las que no vale la pena gastar saliva o en la actualidad, a darle a la tecla.
A lo largo de mi experiencia en la comunicación mediante internet, primero en los foros y después en las actuales redes sociales, siempre ha existido gente “revolvedora”. Bien, pues que no comentara o dijera nada en relación a ciertas polémicas, no quiere decir que no me enterara .
No me gustan las confrontaciones, y hay discusiones que no vale la pena ni siquiera leer y menos, gastar tiempo en expresar una opinión, porque en realidad no llevan a ninguna parte. Hay gente que no sabe vivir sin crear polémicas, pues lo siento, yo paso. Y eso no quiere decir que sea tonta.
A través de mi pequeña reflexión quiero hacer patente y reiterar que, que  esté callada, no quiere decir que no me entere de lo que está sucediendo a mi alrededor. Tengo mis propias opiniones, en las que incluyo  que la envidia es muy mala y la prepotencia se paga muy cara. Dos frases muy trilladas pero que he comprobado que son reales como la vida misma.
Estoy segura de que hay gente que se sentirá aludida y no va por ellas, y habrá otras que pasen y que  igual ni se imaginan que es  por ellas. Por eso, y porque realmente hay cosas tan nimias que no vale la pena nombrar, no explico el porqué de todo esto. Me lo reservo.
Me gusta dejar fluir las palabras, y aunque todo parezca un poco inconexo, os puedo asegurar que tiene ligeros filamentos que unen toda la reflexión. Con todo esto podéis pensar ¿y entonces?¿ porqué ahora no te callas?
Pues, porque ante todo no quiero pasar por tonta. Siempre explico que en catalán, la palabra bueno se traduce “bo”, y dos veces bueno es “bobo”. Por eso, por aquí no paso. Yo también tengo mi lugar en internet y lo utilizo como me parece, sin ofender y sin atacar a nadie.  El respeto es lo primero y si me callo es porque, en el fondo ciertas conversaciones y comentarios “me importan un pito”.
Hay algo que me he dado cuenta que es cíclico, gente buscando las vueltas a situaciones que no las tienen.  Ya aparecían en los foros hace muchos años y siguen existiendo en las redes sociales.
Me duele que a ciertas personas de mi confianza y estima las critiquen y la gente que lo hace se crea superior y más lista por ello. Pues no, así no son las cosas, ni se hacen.
Una vez dicho todo esto voy a volver a mi discreción y falta de polémicas que no busco, durante el tiempo que crea conveniente, hasta que sucesos que me importen la despierten.
 No olvidéis lo que he comentado antes, el silencio puede comunicar mucho más que grandes parrafadas.
Para terminar, solo comentar que el grupo de ARI ( Autoras Románticas Independientes) a partir del uno de este mes, ha dejado de funcionar. Muy triste porque he pertenecido a él desde que inició su andadura, aunque no fuera una de las autoras más destacadas. Ha habido épocas muy buenas y otras no tanto, con muchas dificultades y grandes trabajos y esfuerzos por parte de algunas compañeras para que funcionara. Una pena que al final no se pudiera seguir adelante.
De él han salido, hay, y los lectores han descubierto y  conocerán, a grandes autoras, solo desear mucha suerte a todas las ex y presentes compañeras. Esto no es el fin, es el siguiente paso hacia el futuro.
Una mención especial a la autora y correctora Tamara Bueno que fue la persona  que me propuso a las administradoras que iniciaron ARI para que pudiera participar. Y para dejar un buen sabor de boca sobre este tema, os dejo el enlace para que podáis acercaros al último número de la revista editada on-line por el grupo. La vais a disfrutar mucho, con comentarios, montajes y artículos muy interesantes, no podéis dejar de leerla.


https://issuu.com/ari.revistadigital

Saludos.



2 comentarios:

  1. Sin palabras y con solo un enorme gracias por estar ahí. ARI era un proyecto ambicioso, o no, según se vea, pero ha cumplido su ciclo, solo eso. Las autoras que estábamos ahí al final seguimos nuestros caminos, como otras lo hicieron antes, pero eso no implica nada, pues a un clic seguimos ahí.
    Gracias por la entrada, por la mención y por ser como eres. Sabes que nos tienes. Un besazo grande

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    1. Hola Tamara,
      muchas gracias por tu comentario...ya sabes que también me tenéis....
      besis y un fuerte abrazo

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