“Luna de verano” es la décima entrega de la serie Virgin
River de la autora americana Robyn Carr.
La primera vez que leí una novela de ésta mujer pensé, esto
parece una serie de sobremesa. Me enganché rápidamente a las aventuras y
desventuras de estos personajes tan entrañables perdidos en un pueblo de la
mano de Dios ubicado en uno de los
grandes bosques americanos.
Mel y Jack son el hilo conductor y alrededor del que se van
formando las diferentes historias que la autora nos ofrece.
En la presente novela son Erin y Aiden los protagonistas. Ella ha sido una “adulta”
desde los once años y prácticamente a criado a sus dos hermanos pequeños, una
chica y un chico.
Aiden acaba de abandonar
la vida médica militar para ser médico civil especialista en ginecología y se encuentra en Virgin River dándose un tiempo para saber lo que quiere hacer caminando
por sus exuberantes montañas y viviendo en una de las cabañas de alquiler que
posee su hermano Luke que está a punto de ser padre.
Erin está a punto de ser tía y acaba de coger las vacaciones
que no ha tenido nunca, abogada de éxito, muy cabal y trabajadora se acaba de dar cuenta
que ya no tiene a quien cuidar y siente el síndrome del nido vacío.
Ambos se encuentran de una curiosa manera incluido un golpe
en la cabeza para Erin y traslado al hospital.
Es genial la manera en que la autora narra las vicisutides
de todos los personajes haciéndonoslos tan cercanos y sí, conforme lees sientes
y te lo imaginas como si fuera una teleserie.
Soy una adicta de sus libros y sus historias…¿Te atreves a entrar
en el mundo de Virgin River?
Aunque se puede leer independientemente, recomiendo hacerlo
en orden.
Saludos
No hay comentarios:
Publicar un comentario