Hola a tod@s,
vuelve a coincidir que es martes y que esta noche dejaremos atrás un año, para darle inicio a otro nuevo. Ilusiones, hay que mantener las ilusiones en estos difíciles momentos, es lo único que nos queda. Empezar un año, es como abrir un libro nuevo, en el que cada capítulo lo escribimos a medida que nos suceden las cosas, pueden ser de lo más cotidiano, como cosas espectaculares, pero lo importante sigue siendo, vivirlas.
Todos hacemos buenos propósitos para el nuevo año, en mi caso empiezo (como los niños), el día siete un curso de mecanografía. Sip, una cosa a estas alturas quizás no muy habitual, se supone que a mi edad tendría que saber escribir con un teclado, rápidamente. Pero no, cuando era pequeña hacía deporte, así que ahora que tengo la oportunidad, me voy a poner a ello. Eso no quiere decir que escriba a dos dedos, pero me gustaría no tener que mirar el teclado continuamente y poderme fijar más en la pantalla.
Quizás me apunte a uno de los talleres de nuestra querida Lucía de Vicente, con la que siempre es un placer estudiar.
Este año sí que sí, junto con una de mis cuñadas nos lanzaremos al abismo de la publicación en amazon, de un recopilatorio de relatos y microrrelatos de carácter sentimental y románticos en varios de sus géneros. Un proyecto que hasta cierto punto podría haber realizado ya, pero es que tengo un par de relatos que quiero terminar y poderlos incluir.

Siempre nos proponemos ser mejores personas, hacer régimen, más deporte...etc, pero en el fondo somos como somos, y si nos aceptamos, seremos mucho más felices. ¿Ser mejor persona? En qué sentido, creo que todos tenemos un lado claro y un lado oscuro, y lo importante es ser coherentes y responsables con las decisiones que tomamos, no hacer daño intencionado al vecino; vivir y dejar vivir.
Reunirme con todas las maravillosas personas que considero amigas mías en la distancia y con las que al menos podernos juntar dos o tres veces al año, ese también es uno de mis propósitos, además de leer, leer y leer muchas novelas estupendas de escritoras consagradas y poder ayudar a autoras noveles a ser conocidas, con mi pequeño granito de arena; el blog y las redes sociales.
Son muchas cosas ¿no os parece?...bueno, ya veremos lo que nos depara este nuevo tiempo que nos ha sido concedido (ainss...me siento como si estuviera en «El señor de los anillos»). Ah! y dos cosas muy importantes, la familia, salud, mucha salud y el trabajo, que como se suele decir «Virgencita, Virgencita...que me quede como estoy».
Muy feliz entrada al año 2014, que como ya trabajé la Nochebuena, esta noche la celebro con mi familia.
Saludos.