Inicio del espíritu navideño

Hola a tod@s,
sí, lo sé, voy con retraso, pero llevo unos días complicados, y me ha sido imposible ponerme a escribir la entrada semanal con la suficiente calma que requiere el tema, no me gusta ir con prisas.
Bueno, calma, es un eufemismo, porque ya que nos encontramos en fechas pre-navideñas, había decidido cambiar la plantilla del blog, por una más apropiada para la época.
No ha sido posible, soy una «piltrafilla informática», y algo tan sencillo como eso, he sido incapaz de hacerlo. He leído y visto tutoriales, todas dicen que es muy fácil, ja!...pues no, porque si no, esta que ahora os escribe, ya tendría colocada una maravillosa plantilla con imágenes de Papá Noel, lucecitas de colores, árboles decorados y demás motivos sobre el tema en cuestión.
Al final, me conformo con poner un par de gadgets. De todas formas, como soy muy cabezona, seguiré intentándolo. Es mi época favorita, y me encanta toda la parafernalia que conlleva.
Respecto al retraso de la entrada, tiene que ver con los amigos. Recordad que en julio hice una entrada sobre ese tema; bien, estamos a finales de año y estos últimos cuatro días, se los he dedicado a ellos. Hemos comido, bebido, tertuliado hasta altas horas de la madrugada, ido de compras, visitado Barcelona en todo su esplendor con las iluminaciones navideñas, paseado por la Fira de Santa Llúcia, etc., en fin, he disfrutado de la compañía de esas personas tan queridas que por circunstancias territoriales y laborales, no veo tan a menudo como querría. En fechas próximas acudiré a ver a alguna más de mis amigas, y lo único que siento, es que no podré estar con otras, que tengo diseminadas por toda nuestra geografía, pero que quiero que sepan que pienso en ellas.
Me llena el corazón y el alma celebrar estas fechas con ellos, aunque sea casi tres semanas antes. Hace ya tiempo, me acostumbré a que, debido a mi trabajo, muchas veces no estoy con la familia y los amigos en esos días tan señalados, por lo que para mí, Navidad es el día que me puedo reunir con ellos, y en el caso de la familia, el día que estamos todos juntos.
Soy consciente que son fechas difíciles, para mucha gente e incluso para mí, pero yo prefiero vivirlas con la máxima alegría posible. Sí, también son las fechas del consumismo masivo, pero bueno, a veces hemos de pensar, que al otro lado no nos vamos a llevar nada material. ¿No os hace felices repartir regalos a las personas que queréis, aunque solo sean unos detallitos? A mí, me encanta.

Para finalizar, comentar que estoy terminando de leer, «La testigo» de nuestra Roberts, y me lo estoy pasando genial, muy recomendable. Al menos en esta ocasión, no hay clase magistral. Me encanta la relación que establecen los protagonistas, y como evoluciona ella.
Saludos.