martes, 24 de marzo de 2020

La vida cambia...






Hola a tod@s,
tras tres meses sin entrar en el blog, hoy quiero compartir con vosotros pensamientos y sentimientos que rondan por mi cabeza. Vivimos unos días inesperados. Todos nos centramos en nuestras rutinas, el trabajo, la compra, pensar en las próximas vacaciones, la familia, los amigos...y de golpe todo se paraliza. 
¿Cómo nos adaptamos a ello? En un principio nos pegamos a la televisión o a las redes sociales y nos empapamos de información. Después salimos corriendo a los supermercados para hacer acopio de comida, bebida y enseres para la higiene personal y de la casa. Pasan dos días y nos centramos en qué vamos a ocupar nuestro tiempo. Limpiar la casa, leer, ver películas...en fin, distraerse. 
Llevamos confinados diez días y seguimos empapándonos de información. Críticas a lo que están o no están haciendo. Hablar por los codos por el teléfono. Salir a las ocho a aplaudir a los servicios sociales por la gran labor que se está desarrollando gracias al esfuerzo personal y laboral de cada uno de ellos. 
La información continúa. Siguen los contagios, los muertos y los problemas económicos añadidos.
¿Cuánto tiempo más podremos aguantar la situación? Somos humanos y para sobrevivir nos adaptaremos a lo que nos llegue. Sí, volveremos a salir con libertad y a relacionarnos con los demás sin miedo a ser contagiados y contagiar los demás. Pero me pregunto sobre cómo nos afectará más allá de estos primeros meses.
Quizás soy un poco pesimista. Todo cambiará y no sé si somos conscientes de ello. Tuvimos una gran crisis en el 2008 pero lo que se nos viene encima creo será mucho más profundo. La vida que conocimos hasta ahora desaparecerá. 
Lo bueno de esta crítica situación, valorar de nuevo lo importante: la salud.
Sin ella no hay nada. Ni todo el dinero del mundo te puede dar la felicidad sin tener salud. En estos momentos vemos qué sectores de trabajo son los que realmente importan. Hasta ahora lo dábamos todo por hecho y nos damos cuenta de que en muchas ocasiones estos sectores son los más "apaleados". Cuando todo ha ido bien, nadie se preocupa e incluso es en donde más restricciones se imponen. ¿Cuántos profesionales sanitarios han abandonado nuestro país por qué no se han adecuado los ratios pertinentes por número de habitantes?¿Cuántos labriegos han dejado sus pueblos y campos para ganar un sueldo digno en una ciudad? Puedo preguntarme por muchas profesiones que ahora demuestran que son las que importan. 
Con esto no desprestigio otros sectores y profesiones. Todo cuenta para el bienestar social y personal. Pero reivindico lo evidente. Falta de medios y manos en lo más importante: la salud.
Dentro de unos meses espero mirar atrás y equivocarme. Que el sector sanitario se recupere, que el mayor número de personar tengan buena salud y que el trabajo fluya para todo el mundo, sea en el sector que sea.
Si nos lo planteamos esto parece la tercera guerra mundial. Un virus (ser invisible) ha provocado el caos generalizado, el miedo y la incertidumbre en las personas. Nos ha dejado en un limbo emocional y profesional.
La esperanza no se pierde. Debemos aferrarnos a ella e intentar adaptarnos a lo que nos llegue. 
Seguir las indicaciones recomendadas por sanidad, respetar el toque de alarma e intentar no volvernos locos en el intento. Pensar que nuestros mayores han vivido situaciones mucho peores.
Recordar también que hay personas que están muriendo por otras patologías y enfermos que necesitan tratamientos. 
La solidaridad está presente en muchos pequeños y grandes actos. A veces sorprendentes. Espero que sigan produciéndose, por qué creo que los vamos a necesitar. 
Muchas gracias a todos los que me habéis leído. Sobreviviremos y cambiaremos, está en la naturaleza humana. Lo malo es que también está en nosotros el olvidarnos y que hasta que no nos azote otra pandemia no volveremos a valorar lo realmente importante, y voy a repetirme : la salud. 

Saludos

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