sábado, 15 de septiembre de 2018

Carta a la "colega"










Hola a tod@s,
en la nueva entrada para el blog, voy a escribir una carta mi "colega". Ya sabéis que a veces dedico esta pequeña ventana al mundo internauta para reflexionar, hoy, más o menos va a ser algo así.

Querida colega:
Sí, creo que mucha gente te conocía por este nombre. "La colega" era mi amiga desde la universidad. Le pusimos este apodo, por qué, cuando nos encontrábamos, siempre decías "eeeii, colega". 
Recuerdo perfectamente el día que te dije al salir de clase, que te llevaba a casa en la moto, ya que estaba en el trayecto  hacia la mía. A partir de entonces, no nos separamos. Era el tiempo en que nos enganchamos a series como "Bola de drac" o "Dr. Slump", incluso éramos unas incondicionales de "El imperdible Parker Lewis". Cuando escuchábamos a "Siniestro total" y a "Queen".
No podíamos ser personas más diferentes, tú rubia y alta, y yo, bajita y morena, a pesar de las mechas. Tú tranquila y yo, siempre en movimiento. Pero cuando el feeling funciona y la amistad es de verdad, a pesar de las distancias y de que cada una siguió un camino diferente, ahí está. 
Han podido pasar años sin vernos, pero en el momento en que nos encontrábamos era como si hubiéramos estado juntas el día anterior. No había que dar explicaciones, ni teníamos que mantenernos en contacto para "quedar bien".
Nos lo pasamos muy bien en aquellos últimos años de los ochenta e inicio de los noventa. Fue nuestra época de salir, de ir a todas partes de fiesta, y estar en casa lo menos posible.  A ratos también estudiábamos, porqué éramos conscientes que sin un título no te contrataban. ¿ Te acuerdas cuando aprobamos primero de carrera y no nos dieron ni trabajo de auxiliar en un centro privado?
Bueno, tampoco nos fue tan mal aquel verano, seguimos yendo de "marcha"con lo poco que teníamos y que compartimos, como el dinero que sisábamos del cheque gasolina que me daba mi padre para poder salir los fines de semana, cuando tuve mi primer coche. Mil pesetas de entonces, era un dineral que nos gastábamos sin mirar atrás.
Tuvimos que aplicarnos en el último curso. Lo conseguimos, y empezamos a trabajar. Eran épocas de crisis, y nos desplazamos a cincuenta kilómetros de donde vivíamos para poder tener un "curro" estable. En él aprendimos mucho, profesional y personalmente. Allí también hicimos grandes amigos.
Te casaste y nació vuestra hija. Los años pasaron y me marché de allí, pero eso no quería decir que estuviera desconectada, y más cuando tuviste que empezar a luchar. Todo este tiempo he intentado estar al tanto de cómo te encontrabas, ya que habíamos perdido el contacto.
Recuerdo el día que mi hermano me dio tu teléfono y te llamé. Lo hiciste fácil y sencillo, hablamos como siempre lo habíamos hecho. Como humana que soy, tenía miedo de decir algo en esos momentos que te lastimara, pero siempre  has sido una persona muy generosa, incluso en esos momentos tan complicados.
Gracias a que tu hija y mi sobrino practican el mismo deporte, y son amigos, ha hecho que sintiera una gran alegría, porqué es como si mantuvieran la nuestra. Es como seguir conectadas.
Has luchado hasta el final. Admiro y respeto la fuerza que has tenido para enfrentarte a todo.
Pensaba en ti, pienso en ti y pensaré en ti, por qué, a través de nuestros recuerdos y de hablar de ellos, siempre estarás entre nosotros. 
Eras una persona muy discreta, incluso al final. Siento rabia e impotencia. Te nos has ido muy joven y es injusto. Si, lo sé, nadie ha dicho que la vida sea justa. Sólo espero que nos volvamos a reunir en dónde sea. Sigo creyendo que somos energía, y por lo tanto no desaparecemos, sólo nos transformamos.
Tanto tu familia, como nosotros, tus amigos, vamos a tener que hacernos fuertes y seguir hacia delante, pero va a ser muy difícil. La tristeza y la sensación de pérdida está presente y lo estará durante mucho tiempo. 
Permíteme que para terminar, a través de este pequeño escrito, te lo diga una vez más:

T'estimo colega.



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