Ayer fue lunes y ...

Hola a tod@s,
el primer día de la semana, suele ser sinónimo de tener que ir a trabajar tras el fin de semana de fiesta, e iniciar la rutina, lo que conlleva que mucha gente no esté de muy buen humor, y eso que hoy en día damos las gracias miles de veces por tener trabajo. En mi caso, cada quince días, el lunes es un día maravilloso; tengo fiesta. Vale, reconozco que tengo una vida, como suelo decir, diferente y que, hago las cosas al revés que los demás mortales; cuando la mayoría de gente tiene fiesta,  trabajo y cuando ellos trabajan, tengo fiesta; eso pasó ayer.


 
Además del detallito de la fiesta, fue especial porque, me fui a Loarre a visitar a nuestra queridísima Mar; como podéis imaginar, le dimos a la «sin hueso», me regaló cosicas preciosas, tomamos un té estupendo y comimos un bizcocho buenísimo que había hecho su madre. Para acabar de redondear la tarde, cuando me iba, empezó a nevar, una imagen preciosa. 





Además, tenía un paquetito en el servicio de correos, que contenía « 7 Relatos Históricos» de la editorial Rubeo, libro recopilatorio en el que publican uno de mis pequeños relatos, perteneciente al género histórico, «KV62 La tumba intacta del niño faraón». Agradecer al editor que me regaló «El trueno de la memoria» dedicado, un cielo de hombre.
Recordaros, que ya está a la venta en ebook «Blue Bayou y otros relatos negros», donde Mike Dunham, el detective,  os quiere contar una pequeña historia.

 

Por cierto, que en «El trueno de la memoria», también tiene publicado un relato, nuestra querida Ana Iturgaiz.

Y para finalizarlo, la mamma, me esperaba en su casa, para poder comernos un trocito del estupendo roscón bendecido, porque era San Blas, y en Zaragoza, terminamos la temporada rosconera ese día.

Así que... ¿no os parece que un lunes puede ser un día estupendo?
Saludos